Descubriendo
una iglesia donde podamos disfrutar es hermoso. En los profundo
de nuestro ser podemos reconocer un deseo no solo para “ir”
sino de pertenecer y crecer. Nosotros creemos que la iglesia
es más que un lugar especial o un evento para atender
sino es una vida en comunidad donde podemos cultivar la vida
de Dios.
En
la Viña, creemos que hay tres fundamentos para el crecimiento
y son:
CELEBRACIONES
Aquí
descubrimos la COMUNIDAD grande de fe donde compartimos el poder
de la celebración, oración, generosidad, y enseñanza
corporal. Esta reunión crea un ambiente catalítico
para disfrutar la obra del Espíritu de Dios en nuestras
vidas.
Alábenlo
en la comunidad de los fieles. Salmos 149:1
GRUPOS DE CONEXIÓN
Aquí
descubrimos nuestra nueva FAMILIA en Cristo. Reconocemos que
la vida en este país es muy fragmentada. Muchos dejamos
a nuestros seres queridos en nuestros países y no tenemos
muchas relaciones aquí. Al poder unirte con otros para
discutir y aplicar las Escrituras, compartir experiencias de
la vida, apoyarnos en oración y en maneras prácticas,
podemos descubrir el significado verdadero de una familia. Tenemos
grupos de conexión en diferentes áreas y diferentes
días.
Preocupémonos
los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las
buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo
algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón
ahora que vemos que aquel día se acerca. Hebreos 10:24-25
BUSCA UN
GRUPO DE CONEXIÓN (haz
clic aquí)
COMPARTIENDO
EN EL MINISTERIO
Nosotros
consideramos a nuestra iglesia como el equipo de ministros.
Al compartir el ministerio podemos descubrir que todos somos
MISIONEROS en el Reino de Dios El solo recibir y no dar, estanca
nuestro desarrollo como hijos de Dios. Al poder servir en el
ministerio tendrás la oportunidad de demostrar un corazón
de siervo y descubrir tu significado. Contáctanos si
quieres unirte a algún equipo de trabajo.
El
Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir
… Mateo 20:28
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya
recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas
formas. 1 Pedro 4:10